Desde pequeño he tenido el privilegio de conocer a Alejandro Féliz Morillo (Camaguá), una verdadera leyenda del béisbol barahonero. Nacido el 6 de junio de 1967 en Villa Estela, hijo de don Luis Féliz (Luis Sopito) y doña María Epifania Morillo, creció entre la humildad y el amor por el deporte.
Se inició en los juegos de calle, pasó por las pequeñas ligas de la Liquito Hernández y luego por los Dodgers, equipo de Los Ángeles que tenía una escuela en Santo Domingo, donde fue reclutado por el scout Eleodoro Arias, quien al verlo lanzar dijo sin dudar: “¡Nos fuimos!”.
Su talento lo llevó a lanzar hasta 88 millas, con sinker, dross, curva y cambio. Su hazaña más recordada fue cuando lanzó 13 innings en el béisbol doble A, rompiendo el récord del legendario Paleta Madrano.
Camaguá es más que un gran lanzador: es un orgullo de Barahona, un ejemplo de talento, disciplina y humildad.
Un amigo de siempre y un nombre que el béisbol de nuestra tierra nunca olvidará.